domingo, 3 de noviembre de 2013

PLURILÓPEZ CON MORTADELO Y FILEMÓN: RECORDANDO A TRAN

Parece que últimamente nos toca despedir. Si la semana pasada le dijimos adiós a un icono de la cultura popular como fue Manolo Escobar, hoy toca rendir homenaje a alguien mucho más relacionado con el mundo de la historieta. Se trata del dibujante José Luis Beltrán Coscojuelas, mejor conocido por Tran. Nacido en Zaragoza en 1931, Tran nos dejó el pasado 21 de octubre, dejando tras de sí una notable carrera como ilustrador, dibujante y pintor. Aunque se le asocia a la tercera generación de la escuela Bruguera, ya que sus obras más famosas datan de finales de los setenta, lo cierto es que ya desde la década anterior nuestro autor publicó en Tío Vivo y El DDT.  A pesar de no llegar a ser una primera espada de la editorial, muchos recordarán la presencia de sus personajes en las revistas de la casa, siendo especialmente reseñable Constancio Plurilópez (1977), que solía aparecer en la revista Mortadelo y sus derivados. Este éxito más o menos tardío lo llevó a figurar entre los autores más reconocibles de Bruguera de finales de los 70 y principios de los 80.  Plurilópez reflejó, en cierta forma, una realidad que resultará ajena a los lectores más jóvenes, dada la coyuntura actual. Nos referimos al fenómenos del pluriempleo: al señor que por la mañana trabajaba en un banco, por la tarde llevaba la contabilidad de una empresa y por la noche tocaba la trompeta en un café de su barrio, todo con objeto de pagar los plazos del automóvil, televisor, lavadora, etc.

Plurilópez será, precisamente, el personaje elegido por Tran para participar en el homenaje al 25 aniversario de Mortadelo y Filemón, con una historieta en la que, como en las demás participantes en la efeméride, el dibujante dejaba los huecos para que Ibáñez insertara a sus criaturas más famosas. Veamos los resultados de esta colaboración.



La historieta en cuestión se titula "Idea genial", tiene cuatro páginas y el guion corre a cargo de Julio Fernández. El argumento resulta tópico: para poder escaquearse de sus compromisos con su pareja, Plurilópez acuerda con Mortadelo y Filemón que estos aparecerán por su casa fingiendo ser atracadores y, cuando él se haya hecho el héroe delante de su amorcito, fingir que los lleva a comisaría para tener la noche libre lejos de la paz del hogar. Lamentablemente, Mortadelo y Filemón llegan tarde y Plurilópez se enfrentará a un auténtico atracador, saliendo mal parado. Al final de la historieta, el maltrecho protagonista perseguirá, en venganza, a los agentes de la TIA.

Se trata de una de las historietas de homenaje a Ibáñez en la que menos participan Mortadelo y Filemón, ya que el peso de la narración lo lleva Plurilópez y el ladrón que lo ataca. Los agentes de la TIA no aparecen sino en la segunda página, eclipsándose nuevamente hasta la última. A pesar de su escasa presencia, cabe destacar la impecable realización gráfica de Ibáñez, quien seguramente entintó a sus propias criaturas. El juego de autores, en el que seguramente Tran abocetó las posturas que debían presentar los personajes de Ibáñez, permite ver a Mortadelo y Filemón en posiciones poco habituales, lo cual siempre es agradable para los lectores. No sabemos hasta qué punto estaban en el guion original detalles jocosos como el de Filemón metiéndose el dedo en la nariz (viñeta 8, pág. 2) o perdiendo un diente por un gesto de Mortadelo (viñeta 9, pág. 2), rasgos que parecen corresponderse con los recurso habituales de Ibáñez para dar más "salsa" a las situaciones.



En cuanto al guion, no deja de sorprender que Mortadelo y Filemón aparezcan como "dos buenos tíos" dispuestos a mojarse por ayudar a su amigo Plurilópez. Eso sí, al final de la historieta no dudan en cachondearse de él al verlo en paños menores por la calle.Como es habitual en Julio Fernández, la presencia en sus guiones de las artes marciales es una constante, dedicando varias viñetas al desarrollo de golpes de kárate (viñetas 6,7 y 8 de la página 4), a la vez que Plurilópez afirma ser "cinturón negro". Esta pasión de Julio Fernández por esta disciplina, que Ibáñez ya reflejó a través de Kar-Akol, el mongol en  Contra el gang del "Chicharrón" (1969), se ve también en las historietas de Mortadelo y Filemón en las que Fernández se hace cargo del guion, como prueba la aparición del personaje Taka-Ñaka.

Este fue, pues, el crossover entre Plurilópez y Mortadelo y Filemón, pero, ¿qué hay de Ibáñez? ¿Dibujo él en alguna ocasión al personaje estrella de Tran? Nosotros hemos localizado una, en la portada del Súper Humor 31 de los antiguos de Ediciones B, con un Plurilópez amargado porque solo a él se le puede ocurrir poner un puesto de helados en medio de la nieve. Quede este cameo como una prueba de la popularidad que el personaje de Tran alcanzó durante los últimos años de la década de los 70 y los primeros de la de los 80.


Descanse en paz.

2 comentarios:

Don Guri dijo...

Cuando era pequeño y leía (a veces) Plurilópez, no entendía bien qué era eso del pluriempleo. Hoy, creo que directamente parece ciencia-ficción.
Por cierto, ¿los guiiones de Plurilópez eran del mismo Tran, o hechos por otros guionistas de Bruguera?

Chespiro dijo...

Normalmente eran de otros autores, Don Guri, aunque no descarto que Tran guionizara algunos propios.
Un saludo.